marzo 16, 2025

China contraataca con aranceles a productos estadounidenses.

China responde a aranceles de EE.UU. con represalias comerciales y una investigación contra Google

La escalada en la guerra comercial entre Estados Unidos y China alcanzó un nuevo nivel este martes, luego de que Beijing anunciara aranceles de represalia y una investigación antimonopolio contra Google, minutos después de que entraran en vigor nuevos impuestos estadounidenses a productos chinos, impuestos por el presidente Donald Trump.

Además, la administración china impuso controles a la exportación de minerales estratégicos esenciales para la producción de alta tecnología y sumó a empresas estadounidenses a su lista de entidades “no confiables”.

China impone aranceles a gas, petróleo y automóviles estadounidenses

En respuesta a las medidas de Washington, el gobierno chino anunció un arancel del 15% a productos de carbón y gas natural licuado, además de un 10% a petróleo crudo, maquinaria agrícola y automóviles de gran motor importados desde Estados Unidos.

Las nuevas tarifas entrarán en vigor el próximo lunes, según informó la Comisión Arancelaria del Consejo de Estado de China.

«El aumento unilateral de los aranceles por parte de Estados Unidos viola gravemente las normas de la OMC. No solo es inútil para resolver sus propios problemas, sino que también daña la cooperación económica y comercial normal entre ambos países», afirmó la Comisión en un comunicado.

Aunque Estados Unidos es el mayor exportador de gas natural licuado del mundo, su volumen de exportación a China sigue siendo bajo. En 2023, solo el 2.3% de sus exportaciones totales de gas natural fueron hacia el país asiático, según datos de la Administración de Información Energética de EE.UU.

El impacto de los aranceles sobre la industria automotriz también podría afectar a empresas como General Motors y Ford, que han ampliado su línea de productos en China con modelos como el Chevrolet Tahoe, el GMC Yukon y la camioneta F-150 Raptor.

Guerra comercial con medidas calculadas

A diferencia de 2018, cuando la guerra comercial entre ambos países estalló con fuerza, esta vez China parece más preparada y estratégica en sus represalias. Según Gary Ng, economista de Natixis Corporate and Investment Banking en Hong Kong, Beijing busca minimizar el impacto en su economía mientras aumenta su poder de negociación.

«No creo que quieran que la guerra comercial se intensifique», explicó John Gong, profesor de la Universidad de Economía y Negocios Internacionales de Pekín.

El caso de Canadá y México —que recibieron una tregua de 30 días tras aceptar revisar temas de seguridad fronteriza y tráfico de drogas— podría ser una señal de que China busca el mismo tipo de acuerdo con Washington.

China investiga a Google por prácticas antimonopolio

Como parte de sus medidas de represalia, China anunció una investigación contra Google por presuntas violaciones a las leyes antimonopolio del país.

La Administración Estatal de Regulación del Mercado de China no mencionó los aranceles en su anuncio, pero la decisión fue publicada pocos minutos después de que entraran en vigor los nuevos impuestos de Trump.

Aunque Google tiene una presencia reducida en China —su motor de búsqueda está bloqueado desde 2010— la compañía aún mantiene negocios en el país a través de su sistema operativo Android.

Controles de exportación a minerales estratégicos

China también impuso restricciones a la exportación de minerales esenciales para la industria tecnológica, como el tungsteno, el telurio, el bismuto, el molibdeno y el indio.

Estos minerales han sido catalogados como “críticos” por el Servicio Geológico de Estados Unidos, ya que son fundamentales para la seguridad económica y nacional del país, pero su suministro es vulnerable a interrupciones.

Esta nueva medida refuerza los controles que China ya había impuesto en diciembre sobre elementos clave como el galio, aumentando la presión sobre las cadenas de suministro estadounidenses.

«China tiene un régimen de control de exportaciones mucho más desarrollado», señaló Philip Luck, economista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.

Tommy Hilfiger y una empresa biotecnológica en la mira de China

El Ministerio de Comercio de China también incluyó a dos empresas estadounidenses en su lista de entidades no confiables:

  • PVH Group, propietaria de Calvin Klein y Tommy Hilfiger
  • Illumina, una empresa de biotecnología con operaciones en China

Esta clasificación podría restringir sus actividades comerciales en el país, afectando sus importaciones, exportaciones e inversiones en el mercado chino.

Según el ministerio, ambas empresas han tomado medidas discriminatorias contra compañías chinas y han afectado los negocios normales con China.

En el caso de PVH Group, la investigación está relacionada con un presunto boicot al uso de algodón de Xinjiang, mientras que Illumina compite directamente con la empresa china BGI en el sector de secuenciación genética.

«Esto es alarmante porque el gobierno chino está usando su lista de entidades no confiables como herramienta de presión contra las empresas estadounidenses», advirtió George Chen, director de la consultora The Asia Group.

¿El inicio de una nueva guerra comercial?

Analistas advierten que este nuevo intercambio de represalias podría desencadenar una guerra comercial prolongada, con consecuencias económicas globales.

«Un riesgo es que esto sea el comienzo de una guerra comercial de ojo por ojo, que podría desacelerar el crecimiento del PIB mundial, aumentar la inflación en EE.UU., fortalecer el dólar y presionar al alza las tasas de interés», explicó Stephen Dover, estratega jefe de Franklin Templeton.

Con la expectativa de una próxima conversación entre Donald Trump y Xi Jinping, la comunidad internacional sigue atenta a si ambas potencias optarán por la negociación o se sumergirán en una disputa económica sin precedentes.

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