RD apoya la solicitud para que la ONU envíe cascos azules a Haití.
República Dominicana apoya transformación de misión de seguridad en Haití pese al veto de Rusia y China
El Gobierno dominicano anunció hoy su respaldo en las Naciones Unidas a la petición del Gobierno de Haití para transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad de Haití (MSS) en una Fuerza de Mantenimiento de la Paz de la ONU. La solicitud, motivada por el aumento de la violencia de las pandillas en Haití, enfrenta un panorama incierto debido al veto anunciado por Rusia y China en el Consejo de Seguridad.
Durante una reunión del Consejo de Seguridad celebrada este miércoles, el representante permanente de República Dominicana ante la ONU, José Blanco, destacó que “solo con una transformación efectiva de la MSS se podrá devolver la tranquilidad y la certidumbre a Haití”. Sin embargo, enfatizó que los avances en esa dirección son limitados debido a la falta de consenso entre los miembros permanentes del Consejo.
Una misión insuficiente
La actual misión de apoyo a la policía haitiana, concebida como un equipo de entrenamiento y asesoría, ha demostrado ser insuficiente. Hasta la fecha, solo 400 de los 2,500 agentes prometidos han llegado a Haití, principalmente por problemas de financiación. Mientras tanto, el país se enfrenta a una escalada de violencia: las pandillas continúan extorsionando, robando, violando y asesinando con total impunidad.
“La urgencia de actuar es ahora. Haití está fuera de control y representa un peligro no solo para el pueblo haitiano, sino también una amenaza constante para República Dominicana y la región”, sostuvo Blanco en un comunicado difundido por la Cancillería dominicana.
Apoyo regional y veto internacional
La propuesta de transformación cuenta con el respaldo de los países de América Latina y el Caribe, como lo demuestran la resolución 1268 de la OEA y la reciente declaración de la Cumbre Iberoamericana en Cuenca, Ecuador. Sin embargo, el veto de Rusia y China, quienes se han negado incluso a negociar los términos de la resolución, dificulta cualquier avance a corto y mediano plazo.
Esta postura ha generado frustración entre los países de la región, que consideran imprescindible una fuerza de paz clásica de cascos azules para enfrentar la crisis.
Un llamado a la acción
La República Dominicana reafirmó su compromiso de apoyar cualquier iniciativa que contribuya a la estabilidad en Haití. Sin embargo, la falta de consenso global deja al país caribeño en una situación de extrema vulnerabilidad, mientras la región sigue buscando soluciones para enfrentar una crisis que se intensifica día a día.