Según HSBC, China necesitará otros 1,4 billones de dólares para espolear el consumo.
China necesitará 10 billones de yuanes para estimular el consumo y restaurar la confianza en los inversores, según HSBC
Beijing, China – Según un informe de la división de gestión de activos del banco HSBC, China necesitará una inyección de 10 billones de yuanes (aproximadamente 1,4 billones de dólares o 1,3 billones de euros) para impulsar el consumo interno y restaurar la confianza de los inversores, un desafío que se intensifica debido a varios factores económicos y geopolíticos.
El análisis, que fue citado hoy por el diario hongkonés South China Morning Post, sostiene que el gobierno de Pekín debe enfocar sus esfuerzos en estimular la demanda interna. Esto se vuelve aún más urgente frente a la guerra comercial en ascenso con Estados Unidos, especialmente con la posibilidad del regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, y una persistente crisis inmobiliaria que no muestra signos de remitir.
Medidas graduales pero necesarias
Caroline Yu Maurer, analista de HSBC Asset Management, sugirió que esa cantidad sería suficiente para reactivar el consumo y restaurar la confianza en las acciones chinas. Si bien no considera necesario inyectar todo ese dinero de manera inmediata, Maurer destacó que los inversores necesitan ver acciones concretas por parte del gobierno chino para impulsar la economía.
«Creemos que veremos más estímulos para apoyar el crecimiento económico el año que viene», afirmó Maurer, quien también anticipó que estas medidas tendrán que enfrentarse a los efectos negativos de la guerra comercial con Estados Unidos, lo que generará más volatilidad e incertidumbre en los mercados a lo largo de 2025.
Desilusión tras los recientes estímulos
Desde finales de septiembre, las autoridades chinas han comenzado a implementar una serie de medidas de apoyo económico, lo que inicialmente provocó un repunte en los mercados bursátiles chinos, algo no visto en años. Sin embargo, este optimismo se desinfló rápidamente debido a la decepción causada por un paquete de estímulos fiscales que se centró en el canje de deuda oculta de los gobiernos regionales y locales, en lugar de fomentar ayudas directas al consumo.
Cautela entre los consumidores
Uno de los problemas más significativos es la actitud de los consumidores chinos, que se muestran más cautelosos que nunca. Según una encuesta realizada por el banco central, un 62% de los encuestados indicaron que planean ahorrar aún más en el futuro, lo que marca un nivel cercano a máximos históricos de incertidumbre económica y desconfianza en el gasto. Solo un 13,3% de los participantes manifestaron su intención de invertir, la tasa más baja registrada en los últimos años.
Factores que afectan a la economía china
La baja demanda interna e internacional, unida a riesgos de deflación, estímulos insuficientes, y una crisis inmobiliaria que aún no ha tocado fondo, se suman a la falta de confianza tanto en los consumidores como en el sector privado. Todos estos factores, según los analistas, están contribuyendo a la desaceleración de la segunda mayor economía mundial y complican el panorama para una recuperación económica rápida.
Ante este panorama, las autoridades chinas se enfrentan a una tarea monumental para estabilizar su economía y recuperar la confianza tanto de los consumidores como de los inversores.
