Piden al Gobierno Español sacar restos de Trujillo de un cementerio en Madrid.
Piden exhumar restos de Trujillo del cementerio de El Pardo-Mingorrubio
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) solicitó al Gobierno español que inicie los trámites para retirar los restos del dictador dominicano Leónidas Trujillo del cementerio de El Pardo-Mingorrubio en Madrid, donde se encuentran desde 1970. La petición se presentó este 25 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, fecha que conmemora el asesinato de las hermanas Mirabal, ordenado por Trujillo en 1960.
La ARMH argumenta que el patrimonio público no debe destinarse a mantener un mausoleo para un dictador que encabezó una de las dictaduras más sangrientas de América Latina. En su solicitud, también pide al Gobierno español emitir una declaración institucional que reconozca a las hermanas Mirabal, condene su asesinato y rechace públicamente los crímenes de Trujillo.
Un cementerio con historia controvertida
El cementerio de El Pardo-Mingorrubio es propiedad de Patrimonio Nacional, aunque su gestión corresponde al Ayuntamiento de Madrid desde un acuerdo firmado en 1959. En él reposan los restos de otros personajes históricos, como el dictador español Francisco Franco, exhumado en 2019 del Valle de los Caídos, y el líder cubano Fulgencio Batista, depuesto tras la revolución de Fidel Castro.
Leónidas Trujillo, quien gobernó la República Dominicana con mano de hierro desde 1930 hasta su asesinato en 1961, descansa en un mausoleo de mármol negro junto a su hijo Ramfis Trujillo. La inscripción en la tumba es sencilla: “Familia Trujillo”.
Un periplo final lleno de controversias
Los restos del dictador dominicano llegaron a Madrid tras un complicado recorrido. Inicialmente, su cuerpo fue transportado en el yate Angelita, pero el intento de sepultarlo en la isla de Guadalupe fracasó. Finalmente, el cadáver fue trasladado a París, donde fue enterrado en el famoso cementerio de Père Lachaise.
Sin embargo, tras la muerte de su hijo Ramfis en un accidente automovilístico en Madrid, la viuda de Trujillo, María Martínez, decidió trasladar el cuerpo del dictador a España, donde fue enterrado junto a su hijo en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio.
Un debate abierto
La petición de la ARMH reabre el debate sobre la preservación de espacios públicos que albergan los restos de figuras históricas controvertidas. Hasta el momento, no hay una respuesta oficial del Gobierno español, aunque la presión de asociaciones y grupos de memoria histórica podría marcar el inicio de un nuevo capítulo en esta historia.