El papa pide a la Iglesia evitar fanatismos y obsesiones.
El papa Francisco ha instado a la Iglesia a evitar caer en «fanatismos» y «obsesiones de otros tiempos» en su nueva encíclica, ‘Dilexit nos’, presentada este jueves. En este documento, el pontífice aboga por el reconocimiento de la dignidad de cada ser humano y critica la tendencia de ciertos sectores de la Iglesia a aferrarse a estructuras y doctrinas que distorsionan el mensaje de amor de Cristo.
Francisco señala que la Iglesia no debe «reemplazar el amor de Cristo con estructuras caducas, obsesiones del pasado o fanatismos» que, según él, han ocupado el lugar del amor divino que libera y da vida a las comunidades. El texto gira en torno al amor humano y divino del Corazón de Jesucristo y ofrece reflexiones sobre cómo ese amor puede sanar un mundo que, según el Papa, «parece haber perdido el corazón».
Uno de los principales temas que aborda Francisco es el resurgimiento del jansenismo, una antigua doctrina herética del siglo XVII que planteaba que los seres humanos están corruptos desde su nacimiento y que la salvación es exclusiva para unos pocos. El Papa advierte que este enfoque intransigente ha reaparecido con «nuevos rostros» dentro de la Iglesia en las últimas décadas, calificándolo de peligroso para la fe popular.
Asimismo, el pontífice expresa su preocupación por el avance de la secularización en la sociedad moderna, la cual, según él, promueve un mundo «libre de Dios», centrado en el consumismo, la diversión y las redes sociales. También critica el crecimiento de diversas formas de religiosidad que, según él, no se relacionan con el amor divino, describiéndolas como «manifestaciones de una espiritualidad sin carne».
En otro pasaje, Francisco lamenta la actitud de ciertos líderes eclesiásticos que están más preocupados por actividades externas y reformas estructurales que carecen del verdadero espíritu del Evangelio. ‘Dilexit nos’ es la cuarta encíclica del papa Francisco, tras ‘Lumen Fidei’ (2013), ‘Laudato Si’ (2015) y ‘Fratelli tutti’ (2020), y su publicación coincide con el 350º aniversario de la primera manifestación del Sagrado Corazón de Jesús a santa Margarita María Alacoque en 1673.
El Papa invita a los fieles a abrazar el culto al Sagrado Corazón, afirmando que al beber de ese amor, se puede tejer lazos fraternos y cuidar de la «casa común», es decir, el planeta Tierra. También enfatiza que el amor a los hermanos no es un acto que pueda fabricarse, sino que requiere una transformación profunda del corazón humano.