Panamá y Colombia avanzan a una interconexión eléctrica de millones de dólares.
![](http://www.aldiaenlinea.com/wp-content/uploads/2024/12/RH4GVTQSCK26C5TWB32EELYJEI.avif)
Panamá y Colombia acuerdan impulsar un proyecto de interconexión eléctrica de 800 millones de dólares
Los Gobiernos de Panamá y Colombia anunciaron este lunes la «decisión política» de reactivar un proyecto de interconexión eléctrica valuado en 800 millones de dólares, con el objetivo de fortalecer la descarbonización y la transición energética en ambos países. Además, destacaron su compromiso con los más altos estándares ambientales y una participación ciudadana transparente y vinculante.
La decisión fue comunicada por el canciller panameño, Javier Martínez-Acha, tras una reunión en Ciudad de Panamá en la que participaron los ministros colombianos de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, y de Ambiente, María Susana Muhamad; así como los titulares panameños de Ambiente, Juan Carlos Navarro, y de Energía, Juan Manuel Urriola.
“Nos hemos puesto de acuerdo en encontrar los mecanismos técnicos, sociales y financieros para desarrollar un proyecto de interconexión que beneficie a todo un continente, garantizando la sostenibilidad, la transición energética, la resiliencia del sistema y exigiendo que se realice con justicia energética”, afirmó Martínez-Acha.
Un proyecto con historia y desafíos pendientes
La iniciativa, que se planteó por primera vez en 2009, prevé una línea de transmisión eléctrica de cerca de 500 kilómetros y 400 megavatios de capacidad entre ambos países. A pesar de su relevancia, la propuesta ha enfrentado diversos desafíos para concretarse a lo largo de los años.
El secretario Nacional de Energía de Panamá señaló que el costo del proyecto, estimado en 800 millones de dólares, se basa en los cálculos de la sociedad Integración Eléctrica Colombia-Panamá (ICP). Durante el encuentro, el gerente general del proyecto, Jorge Jaramillo, presentó un informe sobre los avances, destacando que ya se han completado estudios ambientales y se han obtenido licencias clave en ambos territorios.
Sin embargo, Jaramillo subrayó la importancia de lograr consensos sociales, técnicos y regulatorios para garantizar el éxito y la sostenibilidad de la obra. “La interconexión debe avanzar de manera decidida, pero solo será posible con acuerdos integrales que involucren a todas las partes afectadas”, indicó.
Participación de comunidades y protección ambiental
Uno de los puntos más destacados del acuerdo es el énfasis en consultar y garantizar la aprobación de las comunidades rurales e indígenas que habitan las zonas donde pasará la infraestructura. Tanto las autoridades colombianas como panameñas coincidieron en que el proyecto no avanzará sin el consentimiento de estos grupos.
El ministro panameño de Ambiente, Juan Carlos Navarro, recalcó que el desarrollo de la obra dependerá de la “plena aprobación” de los pueblos originarios y la protección de zonas de alta biodiversidad. Por su parte, la ministra colombiana de Ambiente, María Susana Muhamad, afirmó que el proyecto debe ser un modelo de sostenibilidad: “Es una oportunidad de demostrar al mundo que es posible desarrollar proyectos de esta magnitud sin comprometer la sostenibilidad ambiental y social”.
Impacto económico y transición energética
El proyecto, que generará unos 2.000 empleos en su etapa de construcción más intensa, es visto por ambos Gobiernos como un paso estratégico para la transición energética en la región. La interconexión eléctrica permitirá mejorar la resiliencia de los sistemas energéticos de Panamá y Colombia, así como avanzar en el proceso de descarbonización de sus economías.
“Este proyecto debe convertirse en un ejemplo regional que permita alcanzar los más altos estándares ambientales, garantizando una participación clara y sincera de las comunidades y facilitando el avance hacia un modelo energético más limpio y sostenible”, afirmó el ministro colombiano de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho.
Las autoridades concluyeron que la obra se desarrollará tomando el tiempo “necesario” para asegurar su viabilidad social, ambiental y técnica. El anuncio representa un renovado compromiso bilateral para materializar un proyecto clave que podría beneficiar no solo a Panamá y Colombia, sino también a la integración energética de toda la región.